La evolución tecnológica a la que hemos asistido durante todos estos años es impresionante. Aún así, seguramente, hasta hace unos años, la idea de ponernos unas gafas de realidad virtual que nos permitiesen sumergirnos dentro de un mundo digital, sólo era posible en nuestras imaginaciones. Este mundo digital del que hoy vamos a hablar, es conocido como metaverso. Cada día que pasa, podemos asegurar con más certeza que gran parte de nuestro futuro y de las próximas innovaciones van a pasar por él.

¿Qué es el metaverso?

Creo que para conocer más a fondo este nuevo fenómeno digital, es bueno que sepamos el significado de su nombre. Este está compuesto por dos palabras griegas como son “meta” y “verso”. En primer lugar, la palabra “meta” significa “más allá”, mientras que “verso” lo podríamos traducir como “universo”. Por tanto, uniendo estas dos palabras obtendríamos la frase: “más allá del universo”.

Una vez dicho esto, entrando más a fondo en su definición, podemos entender el metaverso como un entorno virtual. En él los humanos podemos interactuar tanto social como económicamente entre nosotros a través de nuestros avatares digitales. Podremos hacerlo gracias a una serie de dispositivos que nos permitirán tener una experiencia inmersiva.

Todavía existen muchas personas que piensan que este fenómeno tecnológico existe sólo desde hace unos pocos meses, pero nada más lejos de la realidad. Desde el año 2003 existe un metaverso llamado Second Life, pero estas innovaciones no han tenido la repercusión que merecían hasta ahora, que vienen pisando fuerte.

Es importante destacar que no existe únicamente un solo metaverso. Existen varios que están luchando por el liderazgo de este sector; una batalla que reportará un gran botín para muchos años a su vencedor. Por poner un ejemplo de otro metaverso, tenemos el metaverso de Sandbox. Es en este último donde saltaron las alarmas en febrero de este año ante la revalorización de sus tierras virtuales. Los precios para comprar un terreno en este metaverso habían subido un 1.100% en el año pasado.

Ahora bien, como todo mercado en este mundo, este sector también necesita de una regulación legal, que, aunque a día de hoy (y más en nuestro país) es bastante escasa, es importante conocer los avances que se están sucediendo.

Privacidad y protección de datos

En la actualidad, ya es evidente para todos nosotros que uno de los negocios más lucrativos ahora mismo para las empresas digitales es la venta de datos a terceras empresas.

Pues bien, en el metaverso esto no va a ser diferente. Bajo mi punto de vista, incluso me atrevería a decir que el volumen de este tipo de negocios se va a ver incrementado en los próximos años, debido a que los datos sobre las distintas actividades que podríamos realizar en estos metaversos podrían ser de un gran valor.

Pese a todo esto, el metaverso, al estar funcionando en un entorno digital, tendría que cumplir con la regulación de la Ley de Protección de Datos (LOPD) por lo que la utilización de los datos no variaría nada de lo que ya nos podemos encontrar hoy en día.

Publicidad en el metaverso

Por otra parte, creo que para el sector del marketing y de la publicidad se avecinan unos cambios muy interesantes y que revolucionarán este sector. Tendrá que reinventarse para adaptarse a un entorno plenamente digital y que abre unos horizontes jamás vistos hasta ahora.

Para concretar un poco más esto último, en el metaverso veremos tiendas digitales (donde podremos comprar a través de Smart contracts), anuncios interactivos con recompensas para utilizar dentro del metaverso, organización de eventos virtuales, etc.

Pensar que esta evolución tardará muchos años en llegar sería un error. Las grandes compañías publicitarias ya están empezando a trabajar en distintos metaversos para ir un paso por delante. Es el caso de la agencia de publicidad TBWA, que presentó en España GG un nuevo departamento publicitario con su objetivo puesto en el mundo del gaming y del metaverso.

Propiedad intelectual e industrial (NFTS)

Este campo, hasta el momento está siendo el más explotado por las empresas. Esto es seguramente debido a las nuevas vías de ingresos que les podría suponer, dado que el metaverso se convertiría en un canal de venta más donde podrían ofertar sus productos.

La gran diferencia que la propiedad intelectual e industrial presentan frente al resto de temas que hemos tratado, es que se limitarán las existencias de cada producto a través de los NFTs o token no fungibles. Cuando un artículo tiene una existencia limitada y con características limitadas, sube su valor.

Gracias a estos NFTs, se comercializan miles de artículos hoy en día de manera plenamente digital. Se venden desde obras de arte o cromos de futbolistas con los que acceder al sorteo de premios hasta la última colección de esta primavera de marcas como Tommy Hilfiger.

Para ir concluyendo, me gustaría añadir una frase que leí hace poco de José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica. Decía que “La tecnología va a seguir rompiendo límites. Cómo la utilicemos marcará nuestro futuro”.

Creo que esta frase define a la perfección lo que el futuro digital puede ser para nosotros. Si utilizamos la tecnología como es debido y manteniéndola bajo control, podemos tener un futuro brillante por delante.